Un mundo feliz.

Un mundo feliz, donde volar y sonreír, donde cantar y vivir.

Donde sentir el amor y la paz, el cariño y la lealtad, donde pensar en el perdón y la verdad y donde nuestro corazón se llene de confianza y bondad.

Un mundo donde compartir, una hermosa tarde de abril, en un lindo jardín, sentir el aroma del jazmín, que te recuerda que mi corazón está junto a ti.

Un mundo, donde cantes con los pájaros, y recuerdes a diario, lo mucho que te quiero y extraño, lo mucho que te pienso y te amo.

Un mundo, donde sentir el anochecer, ver lo brillantes que son las estrellas, y besarnos bajo la luna llena.

Un mundo, donde ser como el ángel, volar por el cielo, olvidar el ayer, alcanzar nuestros sueños, despertar juntos al amanecer.

Disfrutar la noche, besar tus labios de dulce miel, que cada vez que los siento, me recuerdan que soy tu mujer.

Un mundo, donde ser como el águila, sentir la brisa del agua, que viene desde los ríos y el mar, donde la vista te haga ver en la sima que estás, y te lleve a donde los deseos se cumple y los sueños se hacen realidad.

Un mundo, donde ser como el halcón, bolar sobre las tormentas y las nubes, y mostrar el valor que habita en tu interior, en tus ojos tu alma se reflejó llenita de fortaleza y amor, y en tus labios hazle saber a quien amas, el amor que vive en tu corazón.

Deja que sea yo tu luz, que ilumine tus noches triste y haga brillar el cielo azul, que mis brazos sean tu abrigo y mis manos la manta que te cobijó, que tu escudo sea mi corazón, y tu espada de luchador sea mi valor, mis ojos serán la puerta a tu fortaleza en tu interior, y mi sonrisa será tu bondad y perdón.

mis labios solo te mostrarán la verdad, te harán conocer la alegría y la paz, sabrás lo que es la sinceridad, y mis pies te guiarán, por el camino y jamás te perderás.

Solo quiero que seamos en este mundo uno solo la verdad, donde juntos de la mano podamos bolar, vayamos donde no hayan temores solo amor y amistad, donde las cicatrices se borren y seamos felices por la eternidad, donde abrasados bajo la luna podamos caminar, donde los sueños se hagan realidad y nuestras metas alcanzar, donde la vida vuelva a empezar, donde los buenos momentos no acaben jamás, donde corramos como niños y volvamos a jugar, donde nademos en el río y nos besemos a la orilla del mar, donde lo malo se baya para siempre y no vuelva nunca más.

 

Judith Farías. 

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