En la noche serena y clara,
la luna llena ilumina el río,
que fluye dulce hacia el mar,
alimentando todo el camino.
En el jardín, una rosa florece,
como símbolo de amor y pasión,
que en el corazón siempre permanece,
llenando de alegría y emoción.
El amor es como el río,
que nunca deja de fluir,
y al igual que la luna en el cielo,
brilla con luz propia sin fin.
Así que deja que el amor florezca,
como la rosa en el jardín,
y que sea como un río que fluye,
y como la luna, que siempre brilla sin fin.
Yuly Torres.

Comentarios
Publicar un comentario