En los secretos de mi
dolor se esconde,
aquello que no demuestro,
guardado en mi ser,
heridas que hacen llorar
mi alma en silencio,
lágrimas que fluyen
mientras duermo, en desesperación.
El dolor provocado por la
decepción,
me pregunto para qué dar
tanto por quien amo,
si ellos no dan nada a
cambio,
cuántas veces debo caer
para que valoren mi existencia.
Cuántas lágrimas debo
derramar,
para que comprendan el
amor que siento de verdad,
y cuántas cargas debo
soportar,
para que vean mi valentía
y mi diferencia.
Son preguntas sin
respuestas que busco,
que nadie podrá responder
jamás,
porque pocos me conocen
verdaderamente,
pocos saben cómo me siento
sin siquiera preguntar.
Pocos reconocen mi lealtad
y mi amor sincero,
la lucha constante y la
fortaleza en mi interior,
cuántos saben el valor que
se forma en mi alma,
cuántos recuerdos quedan
guardados en lo más profundo.
Cuántos fueron capaces de
amarme y valorarme de verdad,
eso nunca lo sabré, pues
pocos tienen la valentía,
de demostrarme lo que yo
he hecho por ellos,
y si lo hacen, siempre es
con algún interés oculto.
Pocos amigos saben valorar
sinceramente,
pocos saben amar, respetar
y luchar a mi lado,
pocos saben tomar mi mano
y decir: "Aquí estoy contigo",
te abrazaré y jamás te
dejaré caer, te protegeré.
Te envolveré en mi pecho
para que siempre sientas,
el calor de mi amistad
sincera y verdadera,
cuántos saben amar y
decir: "Te extraño",
sonreír siempre y endulzar
tu día con palabras y gestos.
Eso no lo sabemos, lo
aprendemos en el camino,
incluso los más cercanos
pueden herir mi alma,
sin darse cuenta del dolor
que me causan,
por eso cada nuevo
amanecer es una oportunidad.
Levántate, camina y vive
con alegría,
y si estás triste, permite
que las lágrimas fluyan,
deja que la tristeza salga
y sentirás alivio,
cada noche, sal y camina
bajo la luna.
Baila con las estrellas
sintiendo que eres parte de ellas,
y cuando te sientas volar
en el cielo azul,
recuerda que tú eres tu
propia estrella, tu propia luz,
lo que otros hagan para
dañarte, se regresa algún día.
La vida da miles de
vueltas, como un ciclo eterno,
así como comenzaste,
eventualmente terminarás,
en cada nuevo amanecer hay
esperanza y oportunidad,
sonríe, camina con alegría
y brilla con tu propia luz.
Judith Farías, estrellita dorada.

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