En la vida existen cosas que parecen no tener valor para
algunos, aunque realmente si lo tiene. Es un valor incalculable, porque estas
pequeñas cosas, pero a la vez tan grandes y significativas, tienen un valor
único, incalculable, ya que no podría comprarse ni con todo el oro del mundo;
porque este valor va mucho más allá de las cosas materiales, es algo que viene
de nuestra alma, de nuestro espíritu. Dios nos trajo hasta aquí para que
desarrollemos estas cualidades tan grandes, tan únicas, como lo es el amor, el
respeto, la empatía, la bondad, la humildad, etc; porque sin estas, no seríamos
nada, seríamos como una cáscara vacía que no siente nada. Es algo que nos une
como seres humanos, que nos hace tan únicos y especiales. Quien no tenga
desarrolladas estas cualidades, carece de crecimiento espiritual; porque amar a
los demás, ser empáticos al ponerse en el lugar del otro cuando se encuentra en
una mala situación, ayudar a los demás, ser humilde, son cosas de las que
realmente debemos enorgullecernos, porque estas son las cosas que enorgullecen
a Dios.
Yuly Torres.

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